Con esa base, abordamos el desafío de ampliar esa cultura inclusiva a más dimensiones como balance de género, corresponsabilidad o diversidad sexual, y naturalizar la diversidad en SMU. Sabíamos que aún había sesgos, prejuicios y temores, pero estábamos -y estamos- convencidos de que la discriminación en cualquiera de sus formas, no puede seguir siendo tema.